Etiquetas
Entre ustedes y yo, ignoro en qué etapa de su vida el filósofo griego escribió su Ética a Nicómaco, pero considero que su pensamiento es maduro y plenamente acertado cuando considera que la amistad es una de las necesidades más apremiantes de la vida. Sin embargo, apenas comienza el apartado de su Teoría de la Amistad, cuando ya nos enfrentamos a opiniones debatidas. Aristóteles se pregunta si los amigos son generalmente personas muy distintas entre sí (que se complementan) o personas muy parecidas la una a la otra (y que por lo tanto empatizan con mayor facilidad). Difícil planteamiento.
El segundo debate que me interesa comentar a partir de este libro, tiene que ver con el número de amigos que una persona puede tener. Si hacemos a un lado las amistades por placer o por simple utilidad, que no son estrictamente amistades, Aristóteles plantea que es difícil ser amado por muchos, de la misma manera en que es difícil amar a muchas personas. Por lo tanto, el filósofo resuelve que los amigos son pocos, por la propia naturaleza de este sentimiento.
El tercer debate es el relativo al mantenimiento de la amistad. Si bien uno puede tener relaciones y buenos sentimientos hacia muchas personas, la amistad requiere de la vida compartida. De manera que si dos amigos se separan durante largo tiempo, los sentimientos de mutua benevolencia pueden perdurar, pero ya no es adecuado seguir denominando a esa relación como amistad.
Y finalmente, una cita textual de Aristóteles sobre la amistad en los jóvenes:
El placer parece ser el único que inspira las amistades de los jóvenes; ellos viven dominados por la pasión y sólo buscan el placer, y aun puede decirse el placer de momento. Con el tiempo, los placeres cambian y se hacen distintos. Así es que los jóvenes contraen de relámpago sus relaciones amistosas, y cesan del mismo modo en ellas… Los jóvenes se ven arrastrados por el amor; y el amor las más de las veces no se produce sino bajo el imperio de la pasión y del placer. He aquí por qué aman tan pronto y tan pronto cesan de amar, como que cambian vente veces de gusto en un mismo día…
No comparto del todo esta opinión, ya que son precisamente mis amigos de la adolescencia con quienes he construido relaciones sólidas y buenos proyectos. Incluyendo este blog que tienen en sus pantallas.
Hasta aquí por lo pronto con esta pequeña y breve referencia. Un saludo.
yo creo que en cualquier amistad existe el interes, aunque sea en el más recóndito del ser, aunque sea un interes casi imperseptible, casi inconsciente, de no ser asi ¿que nos mueve a buscar a alguien más?… es un muy buen articulo… un beso
En lo referente al mantenimiento de la amistad, me parece que no es necesario mantener una vuda compartida, pero sí visiones de vida comunes… mis mejores amigos viven lejos y no comparto con ellos la cotidianeidad, pero seguimos compartiendo visiones del mundo… claro que en la época de Aristóteles no existían las posibilidades de comunicación que existen ahora y, por lo tanto, mantener contacto con personas no cercanas físicamente resultaba, en el mejor de los casos, complicadísimo. Saludos.
A lo mejor también estaría bien que pusieran a discutir sobre qué cosas, qué eventos soporta la amistad, porque hay cosas después de las cuales una relación ya no puede llamarse de esa forma, si me beso con una amiga ya pasa a ser otra cosa, o lo que le hizo Brutus a Julio César, recuerdan, cuando él fue el último de los senadores que le enterró un puñal asesino, César sólo pudo decirle, «¿Tú también Brutus?», hasta ese momento él pensaba que era su amigo y después de esa puñalada ya no hay amistad que aguante. ¿No creen?, pero hay otro tipo de traiciones que a veces sí pueden aguantarse. ¿Cuáles creen que serían?
Complicado eso de definir cuales traiciones son soportables, no? porque tendríamos que preguntarle a cada persona… lo que para algunos es tolerable para otros representa una ofensa imperdonable… por que no mejor tu dices para tí que tipo de traición se puede perdonar?
Me parece que el tema de la traición en sí mismo amerita un estudio. Obviamente la traición destruye una relación como la amistad o el amor, incluso si sólo una de las partes considera cierta ofensa como «traición».
Yo creo que en cuanto a lo de las traiciones pues depende mucho del umbral de tolerancia a la frustración con el que cada quien cuente, además del afecto puesto en la persona y de la cantidad de dolor que añadamos a nuestra receta… ya que normalmente cuando unimos afecto con dolor el resultado termina siendo el Odio (y es proporcional a ambas cantidades). Respecto a la longevidad de las amistades yo creo que simplemente uno termina siendo más «selectivo» si me permiten la palabra, ya que si a los 15 se tenían 30 «amigos», estos cada uno tan importante como el otro para lo que vivimos en ese momento llamado adolescencia, para los 30 terminamos contando los «verdaderos» amigos con los dedos de una mano, ya que todos normalmente tomamos decisiones distintas que nos llevan por senderos paralelos, más no idénticos. Creo que los que prevalecerán serán aquellos con que el rompimiento o la separación de los caminos sea menos abrupta y menos dolorosa… de lo que si estoy seguro es que si uno quiere la mayoria de ellos se pueden recobrar si les dedicamos el debido tiempo. Muy buen articulo Filio. Ya espero la segunda entrega con ansias… Saludos
Si se trata de cuestionar pensamientos o semántica. Creo que la subjetividad de las palabras, de los sentimientos, de los intereses, placeres, traición, odio, etc. Nos rebasan cuando se trata de terceras personas. Por lo que estoy de acuerdo con todos ustedes y con ninguno. Saludos.