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Caminó entre la plaza, todavía somnolienta. La siesta de las cuatro le había caído muy bien, pero aun tenía la vista borrosa. Agitó los párpados un par de veces para enfocar mejor. No obtuvo el resultado que esperaba. Vió pasar la silueta de un hombre que soltaba una sonora carcajada, pero sólo pudo observar sus lágrimas. Algo no estaba bien.

Una mujer pasó a su lado vociferando y ella sólo percibió una maraña de rojos y amarillos intensos que crecían de tamaño y luego se encogían. Estaba cada vez más asustada ¿Por qué no podía ver claramente?

Entre más agitaba sus ojos, más cosas extrañas se le aparecían: ceros absolutos jugando a las canicas, sabores agrios que la saludaban, el olor a tierra mojada vendiendo paletas sabor punto y coma para los niños. Recordó que llevaba su cámara en la mano. Cerró un ojo y alineó el otro con el lente.
 
Fotógrafa y modelo: Mónica RLV
Fotógrafa y modelo: Monikhav
 
Ahí estaba -¡por fin de regreso!- el mundo como lo conocía: Fa sostenido platicando en una banca con Do, como todas las tardes, mientras un montón de Re menores jugaban junto a la fuente. La vida volvía a ser la de siempre, con un montón de cuerdas vibrando como fondo.