Etiquetas
¿Cuáles son las razones para abandonar un libro antes de terminarlo? Si consideramos que la mayor parte de nuestras lecturas son seleccionadas libremente, eso significa que algo nos acercó al título o al autor: un libro previo, una reseña prometedora, una recomendación entusiasta, o simple curiosidad.
En el último caso, es natural que un libro que destellaba en la librería resulte más adelante un fiasco. Pero más complejas son las razones detrás de los demás supuestos: un autor decae en su estilo, o varía tanto que ya no es lo que esperábamos. Una recomendación (profesional o casual) puede venir de una persona con un gusto especial, que no coincide con nuestro paladar.
Y allí estamos: con un libro entre manos, apenas más allá del primer capítulo, con la desagradable sensación de continuar a disgusto, por la manía de terminar todos los libros (no hay libro tan malo que no contenga algo bueno, decía Plinio el Viejo); o con el libre ánimo de otorgarle piadosamente un lugar en nuestra biblioteca, esperando a un lector más sabio, más paciente. O quizá nos espera a nosotros mismos en un futuro de mayor ocio y de menor exigencia.
Entiendo lo que dices pero yo soy incapaz de dejar un libro inacabado.No sé si Plinio tenía razón pero algo me empuja a continuar.No defiendo lo que hago pero yo no lo puedo evitar. Hay gente tremendamente práctica que si algo no le gusta o aburre lo abandona al instante.Yo no puedo.Me pasa lo mismo con el cine o con un razonamiento o al tratar de recordar algo.No puedo parar. Lo catalogaré entre otras de las múltiples manías que me adornan.
En este momento tengo inconclusos:
Amadís de Gaula, por aburrido.
Moby Dick, por razones difíciles de explicar.
La profesión de fe del filósofo, de Leibniz, por otras lecturas filosóficas.
Un saludo.
Muy bien Edgar, yo agregaría también que el tiempo que nos prestan un libro en las bibliotecas públicas es muy corto y aunado a las actividades cotidianas…
Sin duda. Lo que me molesta en particular de las bibliotecas públicas es su reducido catálogo, su nula actualización, sus instalaciones decadentes. Es como si el mundo hubiera reventado en 1970, y sólo encontráramos los vestigios de una biblioteca de la época.
Bueno, hablo específicamente de las ciudades de las provincias del Norte.
Un saludo.