Tuve el impulso infantil de aplastar un pequeño bicho que se paseaba en la calle, muy cerca de mi bota izquierda. El pequeño insecto, indiferente, rodeaba pequeños obstáculos en una búsqueda primitiva y desconocida para mí. Yo me detuve. Lo vi pequeño, indiferente. Lo vi con la libertad propia de una vida breve, fugaz, sin consciencia de la muerte. Me pareció simpático y lo dejé pasar. No como quien perdona una vida o una deuda, lo dejé pasar como aquel que sabe que estorba una tarea importante.
Hoy amanecí budista
25 sábado Sep 2010
Posted Anécdotas
in
Me encantó este post. Hacés super significativo un pequeño suceso. Y el final excelente, nos dejás pensando muchas cosas.
Gracias por pastarte por aquí, Tati. El post refleja una pequeña anécdota que me pareció interesante. Saludos.
hace tiempo que no entraba y entro me topo con este suceso…pequeño pero grandioso, gracias por compartirlo, realmente me agrado mucho tu manera de expresar el no estorbar una tarea que a nuestros ojos pareciera insignificante pero en el concepto universo tiene su motivo, su porque, una razón de ser y de estar. un proposito sin duda meramente importante. =)
Hola Anónim@.
Me ha llamado la atención a mí la buena recepción de este pequeño apunte sin pretenciones. Gracias por la visita y por el amable comentario.
Un saludo.
salu2…mi anonimato tiene nombre de mujer =)…por el momento prefiero dejarlo así.