El terror a la tecnología, a la procreación y a la muerte.
Anatoly Dneprov escribió un relato basado en un experimento fallido que involucra militares, islas desiertas, reproducción en masa de artefactos semi-conscientes. Poco más de veinte páginas y un par de personajes. Tres, si contamos a los autómatas, que forman en realidad una sola conciencia. Después del experimento del Dr. Frankenstain y del Dr. Jekyll, ¿qué nos podemos esperar?
La ciencia ficción está plagada de este fuera-de-control, de autómatas (o sus creadores) que olvidan las tres leyes de la robótica, de espirales de la muerte. Un científico cuyo genio no percibe las obvias, inevitables consecuencias.
Pero, uno se pregunta, ¿y si el experimento fuera un éxito?