• Con olor a pasto
  • Vindicación de la Burocracia

Atanor

~ Blog de notas

Archivos de autor: Edgar Valdés

La pausa

07 martes Mar 2023

Posted by Edgar Valdés in Literatura

≈ Deja un comentario

Al despertar de un sueño, lo primero que hacemos es reconocer el entorno y paulatinamente, a nosotros mismos. Es un mecanismo extraño, ajeno. No importa las veces que lo hayamos experimentado, emergemos de la bruma del sueño parciales, incompletos. El proceso que nos devuelve es incomprensible pero casual. Cotidiano.

Otras interrupciones ocurren en nuestra vida, otras pausas. Algunas son impuestas por el azar, otras por el destino. Las menos, por la voluntad. La distancia entre los dos sucesos, el anterior y el nuevo, es una entidad casi corpórea. La pausa es inaccesible pero no menos real que nosotros mismos. Una parte de su tejido es el tiempo, otro la memoria, otro el vacío.

El mundo y sus objetos

26 domingo Feb 2023

Posted by Edgar Valdés in Literatura

≈ Deja un comentario

Tengo una biblioteca mínima. Dos libreros, con diez repisas, quizá cien volúmenes. En sus lomos están todos los nombres y en su interior todos los días del pasado. Incluso entre las narraciones futuristas está el pasado: estrellas rojas y hombres del desierto. Entre todos estos libros está un dispositivo electrónico. En sus entrañas de plástico y de metales raros, podrían existir todos los libros que Borges soñara. Hay dos variaciones del mismo tema que ensayó el argentino: una biblioteca infinita, un libro infinito. Las dos versiones y sus consecuencias caben en esa tableta que pesa menos que el fragmento de arcilla que usaran los fenicios. Pero a los hombres, a algunos hombres, les gustan los objetos, y uno solo de ellos no basta para apaciguar la sed de aromas y texturas. En los lomos de los volúmenes rojos hay cierto aire de importancia, como de elegancia recuperada de las ciénegas. Hay otros lomos de carácter modesto, con más historia de la que el propio autor nos cuenta. Es extraño que de ciertas cosas infinitas no emane misterio, mientras que de un minúsculo encuadernado se respiren las calles de Inglaterra, la que no existió jamás salvo en las páginas de Verne, y que desde ellos nos ilumine la luz eterna de los cielos que Chéjov creo para nosotros.

La velocidad, la piel

30 lunes Ene 2017

Posted by Edgar Valdés in Literatura

≈ 1 comentario

Quieren dejar todo el dolor a los otros.
A los pobres, a los ancianos, a los marginados.
Ellos son jóvenes en autos relucientes,
en esas calles de curvas que ni siquiera son necesarias.
La velocidad les acucia en las sienes,
van escapando de la pesadilla que les muestra
la imagen que negaron a Siddartha.

En la velocidad la verdad se desdibuja
Solo queda su propia juventud,
sus brazos fuertes en un volante tapizado de cuero
La máquina vibra,
y en esa vibración está el sexo que una mujer no puede darles,
porque las adolescentes son tan delgadas
que chocan caderas contra hueso.

La voz recargada de pastillas ríe desaforada
y  asusta a los pobres niños que se han colgado de oro y plata:
artefactos de silicio más caros que una semana.

Se quedan inconscientes sin saber de los muelles que arden,
ni saben de fronteras que acribillan a los niños que pasan

En sus sueños se revuelven los toros,
sin sangre y a pesar de ello repletos de sangre.
Sus puños, ojos cerrados aún sienten el temblor
del auto cuando acelera
y las curvas hacen que bajo sus pies rechinen las ruedas y el cromo.

Una línea entre dos parques

30 lunes Ene 2017

Posted by Edgar Valdés in Literatura

≈ Deja un comentario

Hay viejos en las bancas del parque.
Viejos que alguna vez fueron tan jóvenes
que les estaba permitido el parque de enfrente,
donde las niñas corren y las madres adolescentes se alisan el pelo.
Pero ya no más.

Sólo hay un parque para los viejos y las palomas.
Una línea invisible les cierra el paso,
la ceguera de la edad es tan grande que la luz les duele en los ojos.

De este lado solo hay un parque, solo hay una acera.
Enfrente no sabes que tienes edad, y que ya te esperan
en la banca que solo pueden ocupar los viejos.

Cuatro golpes

04 miércoles Ene 2017

Posted by Edgar Valdés in Literatura

≈ Deja un comentario

Cuatro golpes bastaron para que Vulkor comprendiera que debía abandonar la ciudad. Dos de ellos le fueron dados por el mismo hombre, en dos ocasiones diferentes. Otro más fue accidental, pero no menos duro. El último, definitivo, le dejó una cicatriz que más tarde ocultó bajo la melena crecida y una barba descuidada. Este es el relato del golpe accidental, así como me fue contado por el propio Vulkor, aunque los videos que más tarde pude revisar le dieron una vuelta al asunto.

Cicatriz y memoria

02 lunes Ene 2017

Posted by Edgar Valdés in Literatura

≈ 2 comentarios

Quizá sea demasiado seguir las ideas platónicas. Pensar en objetos puros, en ideas inmaculadas que viven en el plano perfecto donde no existen las fisuras ni las manchas. El pulso oriental que recorre occidente roba algunas frases maltrechas, desgastadas, y nos pueden hacer creer que hay felicidad en la cicatriz, como una especie de memoria que se escribe en la piel de los objetos (que debería ser inmaculada). Un doblez, una rotura, una ausencia pueden (sí) contar muchas cosas, pero también están narrando la pérdida de un elemento, la invencible muerte, el dolor y la nada.

Demasiado ruido

21 miércoles Dic 2016

Posted by Edgar Valdés in Literatura

≈ Deja un comentario

Cuando se abre el ascensor ya no hay nada más. Cielo negro y aire frío. Se puede brincar al piso inferior, arriesgando todo. O se puede contemplar la oscuridad al final, allá abajo. La puerta adelante del ascensor permanece abierta apenas 5 minutos, brillando ligeramente en los bordes. Sería imposible saber que es real, pero hay un frío que la rodea. Hay que cerrar los ojos y dejarse llevar. Si has llegado tan lejos ya habrás firmado el testamento, la liberación de responsabilidad, habrás repartido tus libros. Algunos están seguros que detrás de la puerta hay un nuevo comienzo. Para otros no hay nada más, y ahí está su esperanza.

Libros cerrados, con celofán y cintas de colores

20 martes Dic 2016

Posted by Edgar Valdés in Literatura

≈ Deja un comentario

Un libro no abierto, una promesa de lectura.

Encontrar un libro entre sus pares, un ejemplar generalmente voluminoso, de presencia sólida, de páginas limpias.

La tipografía debe ser ejemplar. El espacio entre los párrafos, el vacío de los márgenes, la pulcritud de un dibujo formado por sus glifos.

Sin ilustraciones, por favor. Sin la fotografía del autor, sin ex-libris que presuman una genealogía de mercado.

La portada en colores sobrios, apagados. Una pintura al óleo, un dibujo al carboncillo y nada más.

Un inicio que arrebate, una zambullida con zapatos puestos. Un largo recorrido que canse y obligue a la pausa que no llega. Un final que colme de melancolía todos los miércoles del año. Los días que ya fueron, el porvenir.

Un libro de poemas

19 lunes Dic 2016

Posted by Edgar Valdés in Literatura

≈ Deja un comentario

Un libro de poemas sobre el tiempo que se agota.

Un libro de poemas sobre la ciudad y sus rincones, sus horas muertas.

Un libro de poemas sobre los cómics desparramados encima de los párpados.

Un libro de poemas sobre un dibujo interminable, que lo abarca todo.

Un libro de poemas sobre otro libro que no podrás leer, jamás.

Un libro de poemas sobre aquello que recuerdas de forma repentina antes de morir.

Un libro de poemas sobre el recuerdo de un sueño, algo que aferras en la primera vigilia, pronto arrancado de tu corazón por el ruido de los autos que pasan.

Un libro de poemas sobre los pronósticos del futuro, escritos hace siete décadas.

Un libro de poemas sobre los trabajadores de grandes almacenes, repartidores just-in-time, pizzas saliendo del horno directo a las manos de los clientes.

Un libro de poemas sobre los lápices caídos en las alcantarillas sin haber sido utilizados.

Un libro de poemas sobre antiguas revistas de moda que envejecen el rostro de sus modelos frágiles, adolescentes. Los dobleces y las grietas del papel como un espejo lejano de su piel actual.

Los cangrejos caminan sobre la isla

01 lunes Jun 2015

Posted by Edgar Valdés in Literatura

≈ Deja un comentario

El terror a la tecnología, a la procreación y a la muerte.

Anatoly Dneprov escribió un relato basado en un experimento fallido que involucra militares, islas desiertas, reproducción en masa de artefactos semi-conscientes. Poco más de veinte páginas y un par de personajes. Tres, si contamos a los autómatas, que forman en realidad una sola conciencia. Después del experimento del Dr. Frankenstain y del Dr. Jekyll, ¿qué nos podemos esperar?

La ciencia ficción está plagada de este fuera-de-control, de autómatas (o sus creadores) que olvidan las tres leyes de la robótica, de espirales de la muerte. Un científico cuyo genio no percibe las obvias, inevitables consecuencias.

Pero, uno se pregunta, ¿y si el experimento fuera un éxito?

← Entradas anteriores

Alquimista & Errante

Edgar Sandoval Gutiérrez

Alquimista & Nihilista

Edgar Valdés

Archivos

Ingresar

  • Registro
  • Iniciar sesión
  • Feed de entradas
  • Feed de comentarios
  • WordPress.com

Blog de WordPress.com.

Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando esta web, aceptas su uso.
Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta aquí: Política de cookies
  • Seguir Siguiendo
    • Atanor
    • Únete a 84 seguidores más
    • ¿Ya tienes una cuenta de WordPress.com? Inicia sesión.
    • Atanor
    • Personalizar
    • Seguir Siguiendo
    • Regístrate
    • Iniciar sesión
    • Denunciar este contenido
    • Ver sitio web en el Lector
    • Gestionar las suscripciones
    • Contraer esta barra