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Cuando se me ocurre leer un libro en la pantalla de mi computadora, me canso a los pocos minutos. El escritorio tiene la altura correcta, el teclado y el mouse son de primera línea, mi silla tiene un respaldo diseñado para no molestarme aún después de ocho horas de trabajo. La ubicación del monitor es perfecta. Y a pesar de todo ello, me incomoda leer una novela en la pantalla.

Por otro lado, puedo tomar entre las manos un volumen cualquiera y leerlo en mi escritorio, en mi sillón favorito, en la cama. Y puedo pasar horas enteras inmerso en la lectura sin darme cuenta.

¿Por que será?